Después el metro. Teóricamente cualquiera podría entrar y subir a un tren porque la entrada no tiene torniquete sino que es abierta, y cuando uno se baja sencillamente hay que depositar el boleto en un receptáculo. Pero hay inspectores que revisan aleatoriamente que las personas que están arriba del tren tengan su boleto, y también a la salida, y la recepcionista me habia advertido que por ningún motivo perdiera el ticket porque cuando uno es sorprendido sin ticket es un delito severo.
Akihabara
Ufff en fin, guardé mi boleto en el bolsillo y tomé el tren que venia con algunos asientos desocupados y me senté. Un par de estaciones después subió una anciana que venia apenas caminando, al lado de ella habían unos hombres jóvenes sentados conversando y riendo y nadie ni siquiera miraba a la pobre vieja. Me paré y le dije "Madame" para que me entendiera (o eso creía yo) pero se quedó mirándome y le tuve que hacer una seña con la mano para que entendiera que yo le estaba cediendo mi asiento. En ese momento toda la gente (hombres y mujeres) en el vagón quedaron en silencio y me quedaron mirando, y la viejita no podia creer que alguien le estaba dando el asiento, incluso me sentí inquieta porque todos me miraban mucho porque allá no es parte de su cultura tener esas deferencias hacia las mujeres mayores.
Vagando por Tokio llegé a una estación de policia, entré esperanzada y les mostré el mapa y traté de hacerme entender con señas, sólo queria que me orientaran para saber donde diablos estaba, pero los policias que estaban de guardia me miraban a mi y miraban el mapa y se reian entre ellos. No se si el problema es que ningún japonés habla inglés o bien sólo están dispuestos a hablarlo cuando ellos viajan fuera de Japón pero cuando va un extranjero para allá ellos esperan que una llegue hablando en japonés (así nadie puede!).
En fin, viendo que los policias no me iban a ayudar en nada salí a la calle y de repente divisé un hombre caucásico que no parecia turista perdido como yo. Y me acerqué a él y le pedí ayuda y él (que era Irlandes y vivía hace 2 años en Tokio) me dio indicaciones para llegar al palacio imperial. Le pregunté cómo se ubicaba él allá si las calles no tienen nombre y me contestó que sus únicos puntos de referencia eran las estaciones de metro y que tampoco entendia como la gente se ubicaba si las calles no tienen nombre pero creia que la gente también se guiaba por las estaciones de metro y se las sabian todas de memoria.
El palacio imperial
Fue agotador andar por Tokio de esa manera, y como estuve perdida la mayor parte del tiempo no conocí mucho, lo mas destacable fue el barrio de Akihabara (parece sacado de Bladerunner, todas las tiendas están llenas de luces y sonidos) donde están todas las tiendas de artículos electrónicos y el palacio imperial que sólo se puede apreciar por fuera puesto que no admiten turistas. Y el palacio imperial se ve enorme y precioso, es muy distinto la calidad de vida de la familia real a como vive la gente común y corriente que viven uno encima de otro por la falta de espacio, vi edificios residenciales del ancho de un jeep, vi gente que su casa era el espacio debajo de un puente y su antejardín de 10cm de ancho colindaba con la línea ferroviaria del metro. Mi departamento de 35m2 mas 10m2 de terraza es una estancia comparado con las residencias en Japón. Curioso es que en un pais tan rico como Japón como otro tan pobre como Cuba el grado de hacinamiento residencial es parecido, aun por razones distintas. También voy a dar mis impresiones sobre Cuba mas adelante.
La comida también es muy diferente a la comida "japonesa" que uno come en occidente. Vi cosas tan extrañas como guisos de escamas de pez hasta snacks de crustáceos confitados. Comer carne es un lujo impagable en cualquier lugar, en MacDonalds todas las hamburguesas son de pescado, una ensalada Cesar en un restaurant "occidental" costaba USD40, un sandwich para llevar de huevo y mayonesa en un Deli costaba USD12, un helado hagen daaz USD15. Mi bolsillo sufrió mucho y también mi estómago porque pasé bastante hambre cuando estuve allá.
3 comentarios:
Hola, buenos días! sabés que anoche estuve trando de entrar a tu blog y no conseguí hacerlo, me gusta mucho y a través tuyo viajaré virtualmente.
Es horrible perderse y donde uno no habla la misma lengua, peoooooooor. Besos
Te agrego a mis favoritos blogs que visito
Me encanto tu relato, super entretenido, guardalos!!! para tu novela!! . Un abrazo. Barbara
Jajajajajaja, ahora me río de tu historia en Japón, pero no me habría gustado estar en tus zapatos, soy lo más atacada que existe y allá no habria salido del hotel. Te admiro realmente. Lo que no puedo entender es por que a todas las maquinas los japoneses les tienen que poner video juegos!!!!!, tanto es el vicio???
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