3.12.07

Descanso en Valle del Elqui

Valle del Elqui es uno de los tres lugares que mas me gustan de Chile (los otros son Villarrica y San Pedro de Atacama).
Fuimos el fin de semana pasado, yo habia pedido el viernes como dia de vacaciones y salimos de Santiago a las 10am, en el camino paramos a comer algo en Huentelauquén, vimos el
Parque Eólico Canela y luego pasamos a cargar bencina en La Serena, finalmente llegamos como a las 7pm a Pisco Elqui.
Esa noche fuimos a cenar a La Escuela, que es un bar construido en lo que fue el patio de una escuela rural. Desde afuera es una fachada de adobe típica de las construcciones de los pueblos de la zona, pero remodelaron el patio con unos mosaicos en el piso y las murallas, y el techo era de tela. Muy buen pisco sour y agradable música.


El sabado estuvimos toda la mañana en la piscina, aprovechando que hizo bastante calor, ésta es una vista desde la piscina del hotel, tomada con mi celular.

A la hora de almuerzo fuimos a la Hacienda Miraflores y estuvimos en una mesa al aire libre con una extraordinaria vista de todo el valle, maravilloso!

En la tarde fuimos a comprar el excelente pisco artesanal Los Nichos, después volvimos al pueblo y estábamos sentados en la escalera de la iglesia esperando el comienzo del Mes de Maria cuando apareció un joven que tenia una discapacidad motriz en un brazo y que era el encargado de tocar las campanas, y le pidió al coto que le ayudara a tocar las campanas para la liturgia del Mes de Maria... el coto le dijo que si obviamente así que entramos por una puerta lateral de la iglesia y subimos hasta el campanario por una serie de escaleras de madera que chirriaban a cada paso que dábamos y estaban llenas de polvo, hasta que llegamos a la parte mas alta y el coto se puso a tocar las campanas con el joven que se llamaba Patricio Chipillo. Después fuimos al Mes de Maria y me emocioné un poco recordando como era de importante el Mes de Maria en mi colegio.


El domingo en la mañana estuvimos nuevamente en la piscina, despues dejamos el hotel y fuimos a la destileria de Mistral, que queda en la plaza. Almorzamos ahi y tomamos el tour por la destileria, que es muy interesante, conservan en un pequeño museo piezas mecánicas que utilizaban hace 60 años para hacer el pisco. También nos regalaron una copa grabada a cada uno, y degustamos dos variedades de pisco, uno de ellos el Nobel Mistral que tiene un añejamiento de 5 años y un color caramelo muy atractivo, la guia nos explicaba que ese es un pisco premium de edicion muy limitada, creo que desde que se empezó a producir hace algunos meses sólo han embotellado algunos cientos de botellas y sólo se puede comprar en la sala de ventas de la destileria (obviamente nos trajimos dos de ellas!), y después de tanta maravilla... volver a Santiago.