Ya tenía buenas referencias antes de viajar: el Rival habia aparecido en una lista de la revista Conde Nast Traveller como uno de los hoteles mas cool del mundo, y algo parecido también en trip advisor. Pero lo que más me llamó la antención es que el dueño es nada menos que uno de los Suecos mas conocidos en todo del mundo, Benny Anderson, el cantante de ABBA.
¿Y como no iba a ser emocionante ir al hotel del adorable Benny Anderson si una creció escuchando ABBA?
Los Suecos dicen, muy orgullosos, que en general los cantantes exitosos cuando se retiran se dedican al ocio y a despilfarrar el dinero ganado, en cambio los cantantes Suecos cuando se retiran invierten en un hotel y trabajan en él. Benny Anderson no es el único, supe que Marie Fredricksson también se compró un hotel cuando dejó Roxette.
El Rival se encuentra en la isla/distrito de Södermalm, en la calle Mariatorget frente a una plaza que tiene una fuente con una escultura muy bonita. Desde esta zona hasta el centro histórico (donde está el palacio real) son 20 min caminando.
El hotel por fuera es un edificio blanco, pareado con otros edificios, lo único que indica que no es un edificio residencial son las banderas que tiene en la fachada.
El concepto del Rival es hotel-cine-cafeteria-panadería, asi que cuando se atraviesa la puerta giratoria de la entrada princial uno se encuentra con el cine al frente, el cafe y panaderia a la izquierda y la recepción del hotel a la derecha.
Cuando llegué al front desk para hacer check-in, el recepcionista que me atendió era tan increiblemente buenmozo y encantador que pensé que si este hotel estaba tan bien evaluado era porque se preocupaban de detalles como ese. Con ese recibimiento a una le dan ganas de quedarse mas días de lo planificado.
Como el hotel se construyó a partir de un edificio residencial restaurado, los espacios interiores son estrechos y las habitaciones son de tamaño reducido, aunque los espacios están muy bien aprovechados.
Los lugares comunes están decorados con estilo art-decó, esta es una foto del pasillo justo fuera de mi habitación, con una alfombra bastante original.
Y esta es una foto de la vista desde mi habitación, hacia los otros edificios residenciales del sector. Notable el sillón de diseño escandinavo con un Teddy Bear de adorno y la lámpara Ikea, y lo que no se ve, las camas con extraordinarias sábanas de algodón Egipcio.
Por su insuperable café, ubicación, comodidad y preocupación por los detalles, el Rival es uno de los mejores hoteles que he conocido.
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